Bienvenidas al casting para el papel de Grace, la protagonista de la no-película Washington de Lars von Trier. Después de Dogville (2003) y Manderlay (2005), Washington tenía que cerrar el tríptico de Von Trier sobre la debilidad humana, pero nunca pasó de ser un borrador. La película existe tan solo como posibilidad, como potencia. 

Dirigido por Matías Daporta, este proceso de selección es, en sí mismo, el formato del espectáculo que el artista gallego presenta en el TNT. Matías ha abierto la convocatoria y conocerá a las actrices al mismo tiempo que nosotros. Durante el casting, las participantes leerán escenas de una historia inventada, una de las mil que la película hubiera podido explicar. Fragmentos de líneas temáticas sin contexto que activarán nuestra imaginación para construir el resto. 

Más allá del guion, la propuesta que se presenta en el TNT enlaza en este sentido con aquello que interesaba a Von Trier de los mecanismos de la ficción: cuestionar un sistema que dibuja los límites de lo real y lo normativo con un rotulador demasiado grueso. Sus películas vehiculan preguntas sobre qué puede ser “verdad”, tanto delante cómo detrás de la cámara —y qué no—. Y qué entendemos por locura y qué no, y quién lo determina.

Decía Donna Haraway que la libertad está en la construcción de la conciencia, mediante la imaginación, de los sistemas de opresión y de las posibilidades para deconstruirlos. Rehuyendo la necesidad de ofrecernos una mentira para creérnosla, el casting “real” de Matías Daporta se convierte en un dispositivo que nos invita a relacionarnos con el sentido de posibilidad infinita de Washington: la película que no fue, y todas las que podría ser.