SIRENES I ROBOTS
Tarta Relena + Joan Llort
Jueves 2 de octubre, viernes 3 de octubre y sábado 4 de octubre
Teatre Principal - Sala Cúpula
Gratuito
– Sábado 4 de octubre a las 18:15h
📍 ESCAC – Plató
(ver ubicación en el mapa)
60 min.
Gratuito.
Créditos fotografía: © Matthieu Croizier
ENTRADAS DISPONIBLES EL 5 DE SEPTIEMBRE
Hay muchas maneras de denominarlo: imbécil, gilipollas, cretino. Pero no todas capturan tan bien el matiz de masculinidad tóxica, prepotente y ceporra como el asshole inglés o el connard francés. Se acercan más los mallorquines con su espléndido cap de fava, que podría ser la traducción más precisa de la expresión inglesa que da nombre a este espectáculo, y que sirve tanto para designar vulgarmente al glande como al cuñado gilipollas que todas conocemos y que inspira la primera pieza de Mathilde Invernon: el espectáculo revelación de este año en el Festival de Santarcangelo, y una de esas piezas que desearéis no haberos perdido.
En escena, Arianna Camilli y Mathilde se entregan al ejercicio, cómico y violento a partes iguales, de escrutar y encarnar la figura del gilipollas, a través de un análisis minucioso de su microgestualidad y sus microexpresiones. No hay nada debajo de la cáscara: ni nombre, ni edad, ni clase social. Lo que Arianna y Mathilde pretenden evidenciar es que aquello que define al gilipollas, lo único que le permite existir, es una microcolección de maneras de ocupar el espacio y de mirar. En Bell End, las dos mujeres revierten la mirada a la que a menudo se someten para redirigirla hacia quien las mira.
El resultado oscila a medio camino entre una puñalada muy lenta (una mirada puede herir en cuestión de segundos, y Bell End dura 45 minutos) y un dúo de clowns. Como ellas mismas dicen, lo que reconstruyen es un abecedario coreográfico de microgestos y micropalabras propias del gilipollas: un léxico que va mucho más allá de la expresión individual y que queda expuesto como un lenguaje tácito, secreto, encargado de sostener y perpetuar estructuras de poder y sumisión, ya sea en el ámbito de la familia, del trabajo o de la política.
El cuerpo se convierte en vehículo y apoyo de un acto de transformismo que indaga en las relaciones de género y de poder, tal y como también nos proponen Sara Manubens en Symphony of Horror o Julia Irango en Mamarratxa Attack.
Ficha Artística
Concepción y dirección escénica: Mathilde Invernon
Interpretación: Arianna Camilli, Mathilde Invernon y Delphine Rosay (en alternancia)
Escenografía y vestuario: Andrea Baglione
Diseño de luces: Loïc Waridel y Justine Bouillet
Creación sonora: Aho Ssan y Loïc Waridel
Mirada externa: Maud Blandel
Coach vocal: François Renou
Coproducción: La Bâtie-Festival de Genève
Residencias de investigación: Théâtre Sévelin 36 (Lausana), Lieu Commun (Lausana), L’Abri (Ginebra)
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