Uno de los síntomas más desconcertantes del covid fue la desaparición del gusto y el olfato. Pero quizás aún más desconcertante fuera la repentina desaparición de palabras capaces de expresar lo que estábamos viviendo. En la calle, los grafitis aullaban mensajes que nadie podía leer, mientras el silencio se apoderaba de las pistas de baile y de los aparcamientos de todo el mundo, donde el movimiento extasiado de los cuerpos a ritmo de subgrave daba paso a la quietud y al polvo. «Ante la extraña cotidianidad de estar sola todo el día», confiesa Katerina, «empecé a sentir que no encontraba las palabras adecuadas, que era incapaz de describir lo que me sucedía, y que eso era más grande que yo».

Si el germen de esta pieza se encuentra en la pandemia, su proyección va mucho más allá. Porque cuatro años después del confinamiento que paralizó el mundo, sentimos que aún nos faltan palabras ante un mundo que nos bombardea con mensajes de angustia, odio e impotencia. En Mourn Baby Mourn, Katerina Andreou recoge el peso de esa carga y la convierte en fuerza. Entre bloques de cemento, Katerina transforma su cuerpo en un catalizador de energías profundas y establece un diálogo constante con un scroll infinito de palabras que se integran en su lenguaje coreográfico y se convierten en un segundo cuerpo que se mueve con ella. En esta propuesta, la relación de la palabra con el movimiento es evidente, así como la parálisis, la incapacidad para moverse, se convierte en la fuerza principal que hay que vencer.

Una parálisis que afecta tanto al cuerpo como a la palabra, y no faltan los guiños a las palmeras de Florida y la viralidad espasmódica del Tecktonik para recordarnos que nuestro malestar no es individual, sino colectivo, y que quizá lo que más nos paraliza es haber perdido la confianza en un futuro que ya pensamos que nunca llegará.

La apuesta de Katerina para luchar contra la parálisis es el luto. El luto nos permite poner palabras a la angustia y hacernos fuertes para seguir adelante. Plantar cara a la impotencia y recordar que existimos. Insistir en nuestra voz, en nuestro cuerpo, en nuestros bailes. Venid a cantar con nosotros mourn baby mourn.