¿Qué significa ser un hombre? Las identidades de género se despojan de toda pretensión en esta pieza valiente, tierna y con mucho sentido del humor que la creadora trans Gaya de Medeiros nos trae al TNT. Construida a partir de una enorme sensibilidad corporal, emocional y escénica, se trata de una propuesta en la que prima el deseo más intenso de comunicarse con otro ser humano, sin prejuicios ni abuso de poder.

Ya que nunca pudo tener tal comunicación con su padre, que termina encarnando la imagen de una masculinidad encorsetada e insatisfecha, Gaya se sirve del poder del teatro para proponer un juego al público: sentarnos con ella en silencio y asumir el papel ficticio de ser su interlocutor. A medida que avance esta cita, se irán entrelazando palabras, arquetipos y sentimientos en torno a la idea de la masculinidad, mientras jugamos cada vez más con las posibilidades de fantasía y humor que nos brinda la escena.

El género es un constructo teatral, y gracias a eso podemos jugar con él dentro de un espectáculo que Gaya inmediatamente aclara que es un “espacio seguro” donde podemos decir y pensar cosas que serían mucho más problemáticas de decir o pensar fuera. No estamos todes, y este dolor también se manifiesta en Pai para jantar, que no deja de escenificar un acto de duelo colectivo en honor a les represaliades, les herides, les asesinades. Como en otras propuestas de esta edición, el duelo no cede al arrepentimiento, sino que se traduce en el deseo genuino de conectar y comprender, de formar comunidad y borrar las barreras que nos separan.

Pai para jantar es también, en cierta medida, una conferencia performativa, donde nuestra presencia se vuelve indispensable para que pueda suceder lo que debe suceder. Y, también en cierta medida, es un concierto de percusión y una pieza coreográfica, con Pedro Melo Alves jugando a hacer de foley con una batería. Y también es una cena que hemos preparado para nuestro padre, esperando que viniera para hablar con él cara a cara y sin tapujos. Esperemos que venga.